viernes, 17 de agosto de 2012

Bajo la sombra de los esquemas

por Frank D. Frías Rondón   
BukowskyNo hace  mucho me llamó la atención algunos de los consejos que una panelista le daba a un grupo de integrantes de talleres literarios de nuestra ciudad.
La literatura es bastante subjetiva y está llena de ejemplos donde las reglas fueron violadas (no de forma inocente), y aun así hubo consagración. Pero a pesar de esto hay personas que intentan someterla a un grupo de verdades absolutas.
No podemos asegurar, por ejemplo, que si una obra no tiene un gancho en la primera oración, entonces no va a funcionar. El panelista aseguró: «El lector cerrará el libro». Voy a poner en evidencias algunos casos de inicios (primeras oraciones) donde esto no se cumple y el texto es universal:
«La puerta del restaurante se abrió y entraron dos hombres». (Los asesinos, de Ernest Hemingway).
«La pequeña ciudad de Verriéres puede pasar por una de las más atrayentes del Franco Condado». (El rojo y el negro, de Sthendal).
«Urania». (La fiesta del chivo, de Vargas Llosa).
«Charles Fallon, de trece años, jugueteaba con un puñado de nieve en la palma de su mano y espero a que cambiaran las luces del tránsito».(Tarde en la selva, de Albert Maltz).
 
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